martes, 18 de noviembre de 2014

LA COLIFLOR ÁUREA

Esta vez sí que ha sido potente el correctivo:  he comido una coliflor urdida de flores perfectas y me encuentro mucho mejor.

Ni bello romanesco, ni cárdeno brócoli, el prodigio lo ha obrado una humilde coliflor.

Su blanco corazón esculpido con la geometría perfecta que nos regalan los dioses  atrapados en la naturaleza.

Un bocado de purita proporción áurea para contrarrestar tanta mierda como se mete una algunas veces por la boca.







1 comentario:

  1. Preciosa, geometría sagrada, dicen que como es arriba es abajo, creo que esta ordenación gastronómica que has experimentado es más sagrada que cualquier ordenación sacerdotal.

    Automedicación mística.

    ResponderEliminar