martes, 18 de marzo de 2014

¡VIVAN LAS CAENAS!

Fernando VII al desnudo. Sin paletó.
Intentar hacer futuribles con el pasado es una contradictio in terminis, un absurdo al que podemos regalar el peso de la razón solo porque nos da la gana, sin el sólido apoyo de la lógica y menos el de unos hechos que lo respalden.

Hagamos una prueba, así, en plan juguetón. Por ejemplo: si los franceses hubieran ganado la Guerra de la Independencia...los españoles tendríamos ideas o valores de los que nuestra historia reciente adolece, compraríamos baguettes extralargas en vez de molletes de Antequera y seguro que no tendríamos esta nefasta cohorte de ministros y subsecretarios que amén de fastidiarnos la vida y de querer educar nuestro paladar en el gusto ferroso por las cadenas, enturbian y contaminan el agua bendita con sus micciones beatas y con todo el descaro.

La Pepa no sería una señora simpática que recordamos con nostalgia nebulosa, sino nuestra abuela. Esa abuela gaditana y sin tirabuzones que al calor de las faldas de la mesa-camilla y mientras nos untaba nocilla en el pan de la merienda, nos habría educado en el pensamiento ilustrado con música sinfónica de fondo. O con unas alegrías de la tierra a buen compás.

Así que sin hacer futuribles del pasado ni cosas raras, te digo que esto que nos pasa hoy y eso otro que nos pasó ayer, esa cosa tan ñoña y tan lerda, tiene un regusto a Antiguo Régimen que no hay estrella Michelín que pueda con ella.







1 comentario:

  1. No sé qué decirte, en Francia hay, y ha habido, una cohorte de políticos reprobables, momo en cualquier país, pero eso sí, laicos. Que aquí somos mucho de a Dios rogando y con el mazo dando. Me consta que que en algunos ministerios como el de interior, el que acompaña al Director General o Subsecretario de turno a misa diaria de once, consigue la comisión de servicios deseada después de confesar a un cura del Opus que jamás se saldrá del Camino si no es para robar a los ciudadanos.

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