miércoles, 26 de febrero de 2014

¡ALBRICIAS!




"EL ADN manda: o alzheimer o cáncer".

Este esperanzado titular ha salido en las páginas de sociedad de El País sobre un estudio elaborado por el CNIO (Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas) con datos de 1700 pacientes.
Tras las pruebas de rigor, los científicos han llegado a la confirmación de algo que ya sospechaban: "hay un centenar de genes que intervienen en ambas enfermedades...aunque de modo distinto". Los genes están detrás de que a causa de alteraciones propias del envejecimiento, se te dispare el cáncer o te atropelle el alzheimer. A elegir, nunca los dos a la vez.
Ilustración fantasmal con rana y todo.
En el alzheimer y en otras enfermedades neurodegenerativas (simplificando mucho) las células se mueren, mientras que en el cáncer ocurre lo contrario: las células se multiplican sin control. "Las dos caras de una misma moneda".

La misma moneda con la que más adelante deberás pagar al barquero  en el caso de que no seas la niña bonita.
Así que si por alguna perrería propia de la edad acabas en las garras de una de ellas, al menos te queda la esperanza de que esas mismas garras te acunarán como la peluda mano de una madre loba, impidiendo que las garras de la contraria te den un buen zarpazo donde más te duele.
"Efecto protector cruzado". Bonitas palabras han encontrado los científicos para este dilema excluyente: o tú o yo. Pero sin prisas ni empujones, nena, que aunque por distinto camino, las dos llegamos al mismo sitio.

No pretendo hacer chanza con el asunto, aunque el humor negro me encanta. Me estaba imaginando que si La Parca es tan dubitativa como yo, menudo quebradero de cabeza tendrá la pobre.
No obstante, señores científicos, muchas gracias y sigan echándonos una mano a pesar de las múltiples dificultades que encuentran en su tarea. Toparme en el periódico  con noticias como esta, y  saber las amplias posibilidades que se le abren a la farmacopea, me llena de albricias y satisfacción.




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